Kobe Bryant con el balón en las manos. Puede ser la última posesión del partido y en sus manos, como es habitual, está perder o ganar el partido. Kobe se abre, ejecuta su mortal fadeway y es entonces cuando, ante un momento tan apretado, un viejo enemigo llamado Dahntay Jones aparece a puntear y luego supuestamente deja el pie para entorpecer la caída de la Mamba y éste, con un difícil aterrizaje, se tuerce el tobillo.
"Es el peor esgince que he tenido desde las Finales del 2000", aseguró Bryant a la prensa, muy seguro además de que la lesión había sido intencionada. Jones, sin embargo, se defendió diciendo que respeta mucho a Kobe y que nunca haría eso intencionadamente.
La situación en el equipo, en las puertas de los Playoffs, era alarmante. Llegó la hora del siguiente partido y entonces Kobe hacía pública la noticia: "Ya he llorado mucho pidiendo falta a la acción de Jones. Es hora de ponerse los pantalones y actuar como un hombre". Estaba dispuesto a jugar, para sorpresa de todos. La estrella de los Lakers, apodada con el nuevo seudónimo "Vino", apenas jugó el primer cuarto para dejar el casillero a cero, aunque repartiendo juego a sus compañeros. Bryant justificó así a su entrenador que jugaría: "No estoy perfecto pero voy a dar todo lo que tengo". Además, en un calentamiento previo con Gary Vitti se sintió cómodo para jugar.
Sin embargo, tras las molestias sufridas en el partido tras su épica aparición, Bryant es baja para Sacramento y Phoenix, y por ahora el tiempo es indefinido, pero el equipo ha demostrado que puede tirar del carro sin él y que tiene calidad suficiente. Además, la llegada del español Pau Gasol apunta al 22 de Marzo.
A la Mamba Negra no le queda otra por ahora que contemplar el esfuerzo de su equipo desde el banquillo y quien sabe lo que guarda para su próxima aparición.
Iván Trujillano
@ivantrujillano8
@baskettodo
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